¡¡¡Fuera máscaras!!!




¿Cuántas veces vamos con la máscara puesta?

Muchas veces hacemos uso de las máscaras como mecanismo de defensa, obviamente esto tiene un precio; exceso de peso para llevar sobre nuestros hombros. Aunque, evidentemente aquellos que se atreven abiertamente a dejar caer sus máscaras también pasan por taquilla siendo tratados de locos y de raros. Aún así, aligeran su carga, son más libres. La vida es más liviana cuando dejamos de usar las máscaras.

¿De qué tenemos miedo que necesitamos seguir llevando la máscara?

¿Te atreves a buscar en tu fisonomía interior, lo que está escondido detrás de la máscara?

Las máscaras estorban, pesan y nos perjudican, impidiendo relacionarnos auténticamente y de forma positiva con nosotros mismos, con los demás y con Dios. Es difícil mantenerse detrás de ellas e incluso nos cuesta mucho más respirar.

¿Qué máscara usas? La oculta dolores, o quizás la esconde tristezas. O tal vez te pones la que te sirve para esconder lo que no quieres mostrar de ti. O la de la vergüenza para que no vean cómo eres en realidad. Un ser maravilloso que a ti te da miedo y vergüenza mostrar.
La máscara del miedo es una de las más usadas. Miedo al rechazo, miedo a la burla, al ridículo, a que no nos quieran, a mostrar lo que sentimos.

Mentimos cuando nos ponemos las máscaras y luego pretendemos que se nos quiera por lo que somos, por lo que hay en nuestro verdadero interior, pero para ello tenemos que dejar caer las máscaras. Hay que empezar a quitárnoslas y mostrarnos al mundo como somos en realidad.

¿Crees que no se dan cuenta de cómo eres?

¿De quién eres?

¿De lo que sientes?

¿Crees que tú no puedes ser quién quisieras ser?

Dentro de ti y detrás de esa máscara está la persona que todo lo puede.

Déjate salir, déjate vivir, déjate respirar
Déjate ver quién eres realmente. Déjate Ser

Montse Fernández
♥ Hada de la Risa ♥

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